Tres encantadores pueblos Vasco Franceses interiores

Tres encantadores pueblos Vasco Franceses interiores, Casa tradicional Vasca francesa

El suroeste  de Francia junto con el norte español  abarca una extensión que incluye las tierras Vascas  en sus  vertiente española y francesa . Desde el lujo y la elegancia de ciudades costeras como San Sebastián y Biarritz , con un estilo de vida propios de la “Belle Epoque”, a las zonas de interior , donde los pintorescos pueblos se perfilan sobre   los verdes y espectaculares paisajes . Es difícil determinar qué es lo más emocionante de este viaje que se extiende desde el mar cantábrico hasta el pirineo central,  corazón de la vida ganadera en el interior del Pais Vasco.  Es esa mezcla mágica en un contexto de sencillez y calma con  el glamour y el esplendor cosmopolita de San Sebastián y Biarritz  ¿Quizás sea el arte de la gastronomía de la zona junto con alojamientos y restaurantes cuidadosamente seleccionados en los lugares de vacaciones más célebres de la geografía vasca? Es, por supuesto, todas estas cosas a la vez: la combinación definitiva de opulencia, belleza natural y aventura que culmina en unas vacaciones perfectas en  bicicleta , pero tomándonos con tranquilidad y disfrutando de cada rincón.

La  perfecta propuesta de ruta que realizaremos   comienza  desde    San Sebastián . A través  de sus carril bici ( Bide gorri en euskera) recorremos la ciudad y sus diferentes barrios hasta abandonarla . Tenemos el primer gran aliciente del día al  atravesar en bote la ría  entre las  poblaciones marítimas , los dos Pasajes, de  San Pedro a San Juan  ,   siendo en este  coqueto y antiguo pueblo pesquero donde nos encontraremos como en una novela medieval paseando por empedradas calles.  Tomaremos fuerzas en alguna taberna  para acometer el reto de  ascender al monte Jaizkibel.   Después de la inicial dureza de las primeras rampas, se compensará con espectaculares vistas sobre el  golfo de Vizcaya o mar  cantábrico, apéndice en el extremo oriental  del océano atlántico.   La siguiente exquisitez será la visita del considerado uno de los pueblos más bonitos del Pais Vasco: Hondarribia o Fuenterrabia.

  ¿Te apetece unos excelentes pintxos para comer?. Recorremos la calle “ Marina” por donde encontraremos  gente local conviviendo con foráneos en un contínuo flujo de clientes    entrando  y saliendo  de los excelentes bares con barras repletas de pintxos :  Una buena copa de vino y un excelente pintxo para saborearlo  en las terrazas del exterior.  

La mejor recomendación que podemos hacer es quedarse a pernoctar en esta villa marinera , previa  incursión a lo largo del Pais Vasco Francés. Los coquetos y excelentes  restaurantes con aroma a pescado al grill, los refinados bares con selectos y excelentes pintxos  compuestos  de óptima materia  prima, son argumentos más que convincentes para disfrutar de una noche gastronómica única antes de cruzar al otro lado del rio Bidasoa. 

Un gran aliciente es cruzar en barco de España a Francia a través del río fronterizo que designa a la comarca del Bidasoa.  Acercarse al embarcadero con nuestras bicicletas y tomar el barco que nos llevará a la población francesa de Hendaya. Lugar veraniego por excelencia donde residen los  pudientes ciudadanos franceses en los meses estivales .   Desembarcamos y   recorremos la costa vasco francesa por la carretera de  “ La corniche” que serpentea en suaves ondulaciones del terreno  hasta alcanzar la población de San Juan de Luz, uno de los lugares de la costa francesa con más  carácter y personalidad  de lo propiamente vasco. Reflejo de una arquitectura sencilla, colorida y elegante . La gran bahía con su enorme y tranquila playa, además de un agradable paseo por la comercial Rue Gambette  es un motivo  para disfrutar durante un par de horas.

En el  extremo norte de la bahía de San Juan de Luz nos encontramos con un espectacular recorrido al borde del mar.  Tomamos la Eurovelo,  red internacional de rutas de largo recorrido en bicicleta,  que transcurre  en paralelo por la agreste costa vasco francesa, atravesando  Bidart, Biarritz, Anglet, Guetary hasta alcanzar  Bayona.   Una  rápida visita   al pueblo de Bidart y continuamos por esta tranquila ruta con  gran ambiente  en la época estival.  Llegamos a  la elegante Biarritz, emblema del lujo y el glamour con reconocimiento mundial.   Una vez abandonamos la aristocrática ciudad  en dirección norte,   nos encontramos situados en un alto desde donde tenemos una inmejorable panorámica de las playas ,con espectaculares olas cabalgadas por aficionados al surf. En este excepcional ambiente proseguimos la ruta hasta alcanzar la desembocadura del río Adur , para finalmente alcanzar  la ciudad de Bayona.

Bayona es la capital del País Vasco francés.  Esta gran ciudad,  ubicada en la región de Iparralde, posee un atractivo  increíble.  El rio Adur vertebra la configuración urbanística de la ciudad. La zona vieja  con sus casas sencillas y populares  de estilo vasco , contrasta con el área de extramuros , donde encontramos cierta similitud urbana con la ciudad de París. Perderse por la parte antigua descubriendo la Catedral gótica, construida sobre una románica anterior, el  gran ambiente de sus callejuelas  y realizar una parada  en alguna pasteleria ( Patiserie) son propuestas a tener en cuenta en nuestra visita a Bayona.

 Pero hacia donde iremos nosotros el panorama será completamente diferente. Más montañoso, más solitario, más silencioso, y aunque pueda parecer sorprendente, mucho más verde. Y lo mejor de todo, no habíamos oído hablar en nuestra vida de muchos de los lugares que estábamos a punto de conocer.

La ruta por los pueblos de interior del País Vasco francés, utilizando la bicicleta como medio sostenible de transporte, nos llevará por caminos únicos donde solo la bicicleta y los senderistas se juntan, como el camino de Bayona hacia el interior, que discurre en paralelo al río Nive (afluente del Adur) y alcanza la población de Uztarritz. A partir de esta población  los  desplazamientos serán  las carreteras locales , en todo  momento son estrechas y a veces muy frecuentadas por los habitantes de la zona.

Espelette 

Espelette  es un pintoresco pueblo del interior de la provincia de Labort, conocido por sus pimientos rojos secos, el Piment d’Espelette. Es un placer pasear por sus calles con  casas construídas  con  la típica arquitectura vasca medieval. Todo lo impregna el rojo colorido  y que es  la imagen de la localidad. Las hermosas casas con los pimientos colgando de sus fachadas y balcones. Espelette está lleno de tiendas y boutiques que venden todo tipo de productos relacionados con el pimiento; desde el lógico condimento para cocinar, artículos de bisuteria , hasta ropa de moda diseñada  con el color rojo.

Ainhoa

Esta acogedora localidad se encuentra a tan sólo 8 kilómetros de Espelette.  Estos encantadores pueblos son sencillos y sobrios en su urbanismo.  Con solamente una calle se puede ver representado lo más auténtico de la arquitectura tradicional vasca. A ambos lados de la calle principal aparecen  grandes casonas  de tejados a dos aguas que se sustentan  sobre  entramados o grandes vigas  de madera que son lucidos de colores chillones en  rojo o  verde,  o alguno también de azul, Por algún acertado motivo,  este pequeño y coqueto pueblo del interior de la parte vasca francesa ha sido declarado dentro de la lista de Plus Beaux Villages de France , que no es poco decir, estando en toda una nación con un impresionante patrimonio artístico cultural .

Sare

Antes de cruzar los montes pirenaicos  y recalar en la provincia española de Navarra,   visitaremos  Sare (Sara en euskera) situado también a solamente  a 8 kilómetros de Ainhoa. Durante mucho tiempo fue la capital del contrabando por su proximidad con la frontera española. En otros tiempos históricos perteneció al reino de Navarra, por lo que actualmente  mantiene  rasgos inequívocos del carácter vasco-navarro.

Sare o Sara, también aglutina lo mejor de la arquitectura rural vasca de los siglos XVI y XVII, pero con respecto a las anteriores pueblos, atesora una iglesia como Saint-Martin a la que se entra por el cementerio y posee uno de los interiores más extraordinarios en lo que a templos religiosos del País Vasco francés se refiere.

Antes de llegar a nuestro destino final, un último pueblo navarro a visitar; Bera de Bidasoa. Aunque no tenga nada que ver con los pueblos franceses, es de destacar el porte señorial de sus casonas.  Casas solariegas de piedra de sillería con elegantes escudos heráldicos adornan sus fachadas. Algunas habitadas por ilustres familias, como la casa Itxea de los Baroja.  La singular Casa consistorial, con pinturas murales policromadas con los dibujos alegóricos realizados sobre su fachada por el ilustre Pio Baroja.

Continuaremos nuestra ruta de regreso a través de la Ruta Verde del Bidasoa que conecta la población de Bera con la fronteriza ciudad de Irún.  Será un suave y relajante regreso por esta exclusiva vía para la bicicleta, manteniendo en todo momento el sentido de la corriente del río Bidasoa.   Desde esta comarca del Bidasoa llegaremos finalmente al punto de inicio de nuestra ruta ; San Sebastian.